
Gran Señora mía, tu que eres la encargada de llevar a todo ser viviente ante el Todopoderoso. Tu y nadie mas que tu seras la única que nos pueda presentar y abogar para que tengamos un juicio justo ante el Supremo.
Me acojo ante ti, Santa Muerte Piadosa, ten compasión de mi.
No permitas que entren en mi cuerpo y en mi espíritu la amargura, el odio, la ira y la avaricia.
Gran Señora mía, me arrepiento sinceramente y de todo corazón de todos mis pecados; y te suplico me des valor y poder delante de todo problema, ya sea, económico, sentimental y de salud,
Yo te invoco.... y me despido, no sin antes pedirte por los enfermos, los huerfanos, los ancianos, los presos, los animales a punto de la extinción, y por nuestros muertos.
Gracias Señor por escucharme, y a ti Señora, por entenderme.
Amen..
(Sr. Manuel Valadez)